viernes, 3 de febrero de 2012

Los mismos siguen decidiendo por nosotros.




Han pasado unas elecciones.



El color de los que nos gobiernan ha cambiado.



Pero lo que no ha cambiado, es que "los de siempre" deciden por nosotros, y siempre en su beneficio, o en el de sus amigos.



Esos "los de siempre", no son otros que la clase poítica.



Las empresas, las que aguantan, han tenido que reducir sus plantillas, con lo que conlleva de gasto económico y personal. Los trabajadores, los afortunados, que conservan su empleo, han visto como se les reduce el sueldo un 10% o más, mientras los gastos siguen subiendo.



El que se hipotecó en su día, descubre que cada vez debe más, pero su piso vale menos.



Y sin embargo, la clase política no cede en sus prevendas.



Los descerebrados, que nos han llevado a esta situación, se van a su casa con una paga vitalicia de tropotocientos mil euros. Pero eso no lo cambia nadie, porque esperan a cuando les toque a ellos.



Y suma y sigue y trinca, que son dos días.



Los trincones que nos gobiernan con una u otra tendencia, nos ahogan y explotan, para mantener su opulencia y su statu quo, caiga quién caiga.



¿Son un mal necesario?



Permitirme que quiera dudarlo. Ahí tenéis Islandia, que ha desaparecido, por cierto, de las noticias, por algo será.




De la BANCA, mejor ni hablamos.