domingo, 27 de marzo de 2011

Protestas en Londres por los recortes del gobierno, seremos los próximos?

A qué estamos esperando en España para salir a la calle??

Londres. (Efe.com).

Decenas de miles de personas se manifestaron hoy en Londres contra los recortes públicos dispuestos por el Gobierno de David Cameron, en la mayor protesta convocada en la capital británica desde la marcha del 2003 contra la guerra de Iraq.

La confederación sindical británica Trade Union Congress (TUC, siglas en inglés) ha organizado esta manifestación, que empezó antes del mediodía, de manera pacífica, en la zona de Embankment, sobre el río Támesis, y marchó hasta Hyde Park, y en la que han participado -según el sindicato- unas 500.000 personas. Un grupo minoritario se apartó de la manifestación y marchó por la céntrica calle Oxford Street, donde se enfrentó con agentes de la Policía, pero sin que se produjeran graves incidentes. Algunos de estos manifestantes forcejearon con las fuerzas del orden frente a la tienda Topshop, que estaba fuertemente protegida por agentes con equipos antidisturbios.

Varias personas arrojaron pintura contra este establecimiento e intentaron, sin éxito, hacer lo mismo con otra tienda en Oxford Street. El dueño de Topshop, Philip Green, ha sido fuertemente criticado por el grupo UK Uncut, que protesta contra la evasión de impuestos en el Reino Unido, porque su mujer tiene fijada la residencia en Mónaco para no pagar impuestos. Maestros, enfermeras, miembros del Servicio Nacional de Salud (NHS, siglas en inglés), trabajadores de ayuntamientos y otros empleados del sector público se han unido a estudiantes y jubilados en esta gran protesta contra las medidas de austeridad del Gobierno. 

Los participantes procedían de distintas localidades de todo el país, por lo que las fuerzas del orden han puesto en las calles de Londres a unos 4.500 agentes de policía para mantener el orden. En Hyde Park, Miliband criticó al Gobierno y dijo a la multitud que hay que luchar para preservar y proteger los servicios públicos. "Sabemos lo que el Gobierno va a decir, que esta es la marcha de una minoría. Están equivocados. David Cameron (primer ministro británico): tu querías crear una gran sociedad, ésta es la gran sociedad", subrayó Miliband en referencia a la protesta. "La gran sociedad unida contra lo que tu Gobierno está haciendo a nuestro país. Estamos aquí hoy no como minoría, sino como la voz de la mayoría en este país", agregó.

&
Por su parte, el secretario general del sindicato Unite, Len McCluskey, que agrupa a trabajadores del sector aéreo, dijo que los manifestantes son testigos de los servicios que están cerrando, como bibliotecas, piscinas y parques públicos. El Gobierno de coalición formado por conservadores y liberaldemócratas insiste en que estas medidas son necesarias para atajar el enorme déficit público del Reino Unido. El TUC ha insistido en que se trata de una marcha pacífica, marcada por un ambiente "familiar".

El secretario general del TUC, Brendan Barber, dijo que muchos de los que se oponen a la manifestación de hoy argumentarán que los que salieron a la calle en Londres eran una minoría. "Los miles que vienen a Londres de todo el país están hablando a sus comunidades cuando piden por un plan B que salve servicios vitales, ponga a trabajar a los desempleados y afronte el déficit con crecimiento e impuestos justos", agregó Barber, en referencia al mensaje que esta marcha quiere hacer llegar al Gobierno. Barber quería hacer saber a los presentes en Hyde Park que hay una alternativa a los "brutales" recortes del gasto público, que pone en peligro unos 170.000 empleos municipales.

La gente marchó con pancartas que pedían "no a los recortes", mientras podían verse bandas de música y personas bailando mientras los manifestantes caminaban desde Embankment a Hyde Park.

Leído en: http://www.elmundo.es
Domingo 27/03/2011 09:08
Eduardo Suárez (corresponsal)


Se suponía que sería una noche inolvidable. Y lo fue. Pero de un modo muy distinto de como lo imaginaban sus promotores. Dos diputados laboristas habían llamado a transformar Trafalgar Square en la versión británica de la plaza Tahrir: un campamento improvisado para protestar contra el plan de ajuste del Gobierno de David Cameron y cuestionar de paso su legitimidad.

Pero la violencia de cientos de antisistema propició un escenario bien distinto: con vandalismo exacerbado, hogueras esporádicas y choques violentos en torno a la estación de Charing Cross.
Protestas y vandalismo

La jornada se había dividido en dos capítulos opuestos. El primero, marcado por una marcha pacífica y multitudinaria en la que medio millón de británicos protestaron contra el plan de austeridad. El segundo, por un estrambote de violencia coordinado por cientos de encapuchados con ganas de bronca y bufandas negras.

Los primeros choques arrancaron al filo de las dos de la tarde. Justo cuando el líder laborista empezaba su discurso en el mitin de Hyde Park. Los antisistema la emprendieron por enésima vez en Oxford Street contra TopShop, asaltaron luego el hotel Ritz y al salón de té Fortnum & Mason y derribaron el portón acristalado de una sucursal del Santander.

En otras circunstancias, la protesta hubiera languidecido a la hora de la cena. Pero anoche era sábado y los adolescentes querían pasar la noche de botellón en Trafalgar Square. Anochecía y corrían el hachís y la cerveza y volaban las botellas de ginebra sobre la multitud. Al principio los antidisturbios dejaron hacer. Pero a medida que pasaban las horas, los manifestantes más pacíficos se iban a casa y los más violentos se iban haciendo con la situación.
Actuación policial

La chispa fue el asalto al reloj que marca la cuenta atrás para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres. Los policías protegieron como un tótem sagrado y empezaron a empujar a los que quedaban hacia fuera de la plaza. Volaron los garrotes y los botellines de cerveza. Y los antidisturbios lograron su objetivo sólo a medias: unos 50 adolescentes se hicieron fuertes junto a la base de la columna de Nelson invocando su derecho a protestar.

A esas alturas, era casi lo de menos porque la violencia se había extendido por el Strand. Ardían tres contenedores detrás de la cripta de St. Martin y los antisistema acorralaban a un agente en la parte trasera de un camión. Las aceras eran un amasijo de cristales y los energúmenos llevaban la voz cantante entre la multitud. "Pero atacadlos", gritaba un borrachín de unos 50 años, "ellos son defensas y vosotros delanteros. ¡No os quedéis parados! Veo mucho centrocampista por aquí...".

Al otro lado de la calle, se mascaba cierta inquietud entre los intrusos. Los camareros del Pizza Express trancaban la puerta cariacontecidos. Dos japonesas pegaban la espalda a la trapa de una tienda. Los más jóvenes intentaban salir sin éxito del control policial. De vez en cuando sonaba el estruendo de un petardo junto a la policía y surgía la violencia en brotes sincopados. Siempre con la impresión de que podía llegar a más.

Se suponía que Trafalgar sería un remedo de la plaza Tahrir. Pero fue una batalla campal al pie de la columna de Nelson que se ha saldado con más de 200 detenidos por alterar el orden público y 66 heridos (casi todos leves), según informan los medios locales. Demasiado violenta para recordar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario